Como jugador, nunca vistió los colores cruzados. Audax Italiano, Deportes Temuco y Unión Española fueron quienes lo tuvieron durante la década de los ‘80. Sin embargo, su apegó definitivo al club franjeado ocurrió cuando llegó hasta San Carlos de Apoquindo como entrenador del Fútbol Formativo, llegando a ser Jefe Técnico del fútbol joven Cruzado.
En el 2004, y tras la partida de Oscar Garré en la banca del primer equipo de la UC, la dirigencia lo nomina como entrenador del Plantel Profesional.
Su máximo logro fue en el Torneo de Clausura 2005, donde obtuvimos nuestra novena estrella del fútbol profesional chileno.
En materia internacional, la UC al mando de Pellicer alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana 2005.
Un estudioso del fútbol, un técnico que le dio un sello distinto al equipo y se ganó el cariño y respeto de jugadores, dirigentes e hinchas.