Decir Alberto Fouillioux Ahumada es hablar de la historia más íntima de Universidad Católica y trasladar la memoria a los años sesenta, una de las mejores épocas del cuadro de la franja.
Producto del Fútbol Formativo de Universidad Católica, Fouillioux debutó en 1958 y rápidamente comenzó a consolidarse en la delantera titular del equipo.
Vital en el título de 1961 en las definiciones ante Universidad de Chile, fue uno de los puntales de la Selección Chilena que consiguió el tercer lugar del Mundial de 1962 quedando en la historia del fútbol chileno.
Se destacó por su juego y habilidad y fue importante para la consecución del título de 1966 con la UC, mismo año que jugó el Mundial de Inglaterra con la Roja, camiseta que defendió en 71 oportunidades, anotando 12 goles. En 1969 abandonó el club de sus amores y tras pasos por Huachipato y Unión Española, Fouillioux jugó en el Lille de Francia hasta 1974, donde fue gran figura.
Pero su vida ligada por siempre a la UC fue más fuerte y en 1975 regresó al club de toda su vida para ayudarlo en los momentos más complicados. Se puso la camiseta de La Franja nuevamente para auxiliar a Universidad Católica en la misión de subir a Primera División, tras lo cual puso fin a su extensa y fructífera carrera.
Ya con su título de entrenador que obtuvo de forma brillante en Francia, fue clave para armar el plan de divisiones inferiores de Universidad Católica a fines de los años setenta. En los ochenta comenzó su carrera en las comunicaciones, que lo tuvieron por casi 20 años en Canal 13 y de comentarista de diversos programas radiales.
Desde 2009 la tribuna que da la espalda a la cordillera de los Andes en San Carlos de Apoquindo lleva su nombre, entregando un justo homenaje a quien es uno de los mayores símbolos en la historia del club.