Este domingo 20 de julio de 2025 se cumplen 30 años del fallecimiento de Raimundo Tupper Lyon, uno de los jugadores más queridos y recordados en la historia de Universidad Católica.
“Mumo”, como era conocido cariñosamente por sus compañeros y la hinchada, fue un símbolo de los valores que identifican al club: profesionalismo, compromiso, compañerismo, humildad y amor por los colores cruzados.
Su fanatismo desde pequeño por el fútbol y por Universidad Católica lo llevaron a probarse en 1979 en La Franja, donde fue seleccionado, pese a no tener la edad suficiente para jugar oficialmente por la UC. Sin embargo, fue ese el puntapié inicial en su carrera con los Cruzados, el que sería el único club durante su laureada carrera deportiva.
Formado en San Carlos de Apoquindo, Raimundo debutó profesionalmente con la camiseta de la UC en 1985. En una década de carrera, dejó una profunda huella tanto dentro como fuera de la cancha.
Disputó 193 partidos oficiales con el primer equipo, anotando 24 goles y aportando su talento, su liderazgo silencioso y su entrega total en cada encuentro. El ‘Mumo’ fue parte de la obtención del Campeonato Nacional de 1987, la Copa Chile 1991 y la Copa Interamericana 1994, además de alcanzar la Final de la Copa Libertadores 1993.
Además de su calidad como futbolista, Raimundo destacó por su vocación social, su formación académica y su constante preocupación por sus compañeros. Su legado humano sigue siendo inspiración para nuevas generaciones.
El 20 de julio de 1995, mientras el plantel cruzado se encontraba en Costa Rica en una gira internacional, Raimundo falleció trágicamente a los 26 años. Su muerte conmocionó al país y al mundo del fútbol chileno, marcando para siempre la historia de Universidad Católica.
A tres décadas de su partida, su memoria permanece viva en cada rincón del club. En la cima de los cerros que envuelven San Carlos de Apoquindo se encuentra el memorial a Raimundo Tupper con la «Cruz del Mumo», la que apunta a nuestro estadio y nuestro Complejo Deportivo, el que desde el año 2009 fue bautizado en su honor, destacándolo como uno de los más grandes futbolistas de Universidad Católica.
