Se paraba frente a la pelota ubicada en el círculo de cal. Miraba al arquero y caminaba. Le pegaba a la pelota y la gran mayoría de las veces salía celebrando un gol. Es que si hay una cosa que distinguió a Néstor Ítalo Isella fue su maestría para patear los penales, que le dio un sello en toda su carrera futbolística, anotando 37 tantos en Católica por dicho medio.
Nacido en la provincia de Santa Fe en 1937, llegó a Universidad Católica en 1963 tras haber jugado en Unión de Santa Fe, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Boca Juniors y River Plate. En la UC ganó el torneo de 1966 y se transformó en ídolo de la afición por su estilo de juego, comandando el mediocampo con elegancia.
Segundo goleador histórico de Universidad Católica en torneos nacionales con 93 goles (10 menos que Raimundo Infante), tras su retiro siguió la carrera de entrenador, siendo clave en la formación de muchos valores de las divisiones inferiores Cruzadas. Además dirigió varios clubes -entre ellos Universidad Católica en 1979-, pero se destacó durante los años ochenta y noventa como comentarista de televisión en Canal 13 llevando a las cámaras la dupla que hizo muchos años con Alberto Fouillioux.
No solo se radicó en nuestro país, sino que también se nacionalizó chileno.