Osvaldo Hurtado

Tener como apodo la ciudad de origen habla de identidad y a la vez de reconocimiento. Y Osvaldo Hurtado no solo lo logró con su tierra de origen, Arica, donde nació en 1957, sino que además con la camiseta de Universidad Católica.

Tras iniciar su carrera en La Serena, llega a Santiago a jugar por Unión Española tras lo cual fue adquirido en 1980 por la UC, pero al año siguiente fue enviado a préstamo a O’Higgins de Rancagua donde actuó durante 1981.

Completamente maduro y preparado como jugador, volvió en 1982 a Universidad Católica donde pasó a la historia ganando la Copa Polla Gol de 1983, la Copa República y el Torneo Oficial de 1984, en el que colaboró con 12 tantos.

Tras jugar en el Cádiz de España y el Filanbanco de Ecuador, regresó a la UC en 1987 para cumplir con una campaña espectacular: con sus 21 goles anotados en aquel torneo, condujo a la UC a una nueva estrella de manera brillante en aquel equipo que fue apodado la “Aplanadora Cruzada”.

Inolvidable es la postal del delantero con el número nueve en la espalda, en muchas tardes del Estadio Santa Laura o noches en el Nacional, anotando goles de distintas facturas, muchos de ellos con definiciones espectaculares. Así el “Arica” se coronó campeón y goleador indiscutido de aquel inolvidable Torneo Oficial de 1987.

Seleccionado chileno en 38 oportunidades, donde anotó siete goles, tras su paso por la UC jugó en el Charleroi de Bélgica, Deportes Concepción, Alianza Lima de Perú y Deportes Arica, donde finalizó una carrera llena de goles y que lo tienen en la galería de los inolvidables Cruzados.