Recordamos con orgullo el natalicio de uno de los nombres más grandes en la historia de Universidad Católica. Nacido en 1937 en la provincia de Santa Fe, Argentina, su legado como jugador, entrenador y comunicador permanece imborrable en la memoria de todo el pueblo cruzado.
Néstor Isella llegó a la UC en 1963, tras una destacada carrera en el fútbol argentino, donde defendió camisetas como las de Santa Fe, Boca Juniors, Gimnasia y Esgrima, y River Plate. En San Carlos de Apoquindo encontró su lugar en el mundo: entre 1963 y 1970 disputó 202 partidos y anotó 105 goles, convirtiéndose en el cuarto máximo goleador histórico de nuestro club.
Fue campeón con Universidad Católica en 1966, liderando desde el mediocampo con clase, visión y carácter. Su sello distintivo fue su elegante forma de jugar y su maestría desde los doce pasos: 37 goles de penal, un récord absoluto en la historia de la UC, incluyendo nueve tantos en Copa Libertadores. Su caminata pausada rumbo al balón, siempre observando al arquero, es parte del folclore cruzado.
Tras colgar los botines, Néstor siguió ligado a La Franja como director técnico en 1973 y 1979, además de formar parte fundamental de nuestras divisiones menores, sembrando los valores que nos definen hasta hoy.
Fuera de la cancha, también brilló. Se convirtió en una figura emblemática de la televisión chilena junto a Alberto Fouillioux, formando una histórica dupla en los comentarios deportivos de Canal 13 por más de veinte años. Su voz, al igual que su juego, dejó huella.
En 2015, a los 78 años, partió físicamente, pero su legado vive en cada rincón de nuestra historia. Hoy lo recordamos con gratitud, respeto y cariño.
Gracias por tanto, Néstor. Siempre serás parte de nuestra identidad.
