El salón fue adaptado a las necesidades auditivas de Fernando Jelvez (13) y Renato Contreras (6), quienes pudieron disfrutar del triunfo de una manera segura.
El pasado sábado 06 de abril, en el compromiso ante Cobresal por la fecha 7 del Campeonato Itaú, Universidad Católica implementó por primera vez en un partido de local una innovadora e inclusiva medida. Se trató de una sala especialmente acondicionada para que menores de edad con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pudieran disfrutar del partido en un espacio seguro y adaptado para resguardarlos de la hipersensibilidad auditiva.
La Sala, denominada de “Celebración Silenciosa”, se ubicó en el sector de casetas de prensa, con una capacidad para 6 personas y que fue adaptada con un nivel de sonoridad adecuada para que las personas con TEA con hipersensibilidad auditiva pudieran asistir a éste evento deportivo sin inconvenientes.
Fueron dos familias quienes pudieron experimentar por primera vez la Sala especialmente adaptada. Por un lado, estuvo Fernando Jelvez, de 13 años, junto a su mamá; y por otro, Renato de 6 años junto a sus padres. Los cinco estuvieron acompañados en todo momento por una anfitriona especializada de Cruzados.
Incluso, tras el término del compromiso Fernando y su familia pudieron compartir con los jugadores del Primer Equipo, y celebrar juntos la victoria ante Cobresal.
Cabe destacar que la Sala especial para menores de edad con Trastorno del Espectro Autista busca que éstos se sientan acogidos, importantes e integrados a la sociedad al permitirles, en muchos casos, asistir por primera vez a grandes estadios de Fútbol. Cruzados contó además durante el proceso de desarrollo del proyecto con la guía de personal especializado del Ministerio del Deporte, entidad que implementó hace poco tiempo el primer espacio de este tipo en el país.